Descripción
Recién empezado el otoño, cuando los primeros fríos empiezan a asomar, nuestros sentidos también comienzan a despertar sensaciones o necesidad de volver a retomar los sabores de tradiciones ancestrales como la de los Huesitos de Santo, que no deja de ser un adelanto del mazapán, que llega un mes después.
Por mucho que avance la repostería y los métodos, hay cosas que ni cambian ni deberían cambiar nunca. Me encantan las tradiciones, esas que nos hacen retroceder en el tiempo y olores que nunca cambian utilizando productos de calidad que dan al huesito toda su jugosidad y frescura de lo recién hecho. Porque su relleno tanto si es de yema, café, frambuesa o chocolate (que son nuestras cuatro variedades) mantiene la calidad de lo recién hecho a mano.